Los días 17 y 18 de octubre se llevó a cabo un edificante seminario bíblico en la ciudad de Cobija, departamento de Pando, con la presencia del evangelista Adán Paco, ministro de la Iglesia Buenas Nuevas de Riberalta. El tema central del seminario fue “Ni yo te condeno”, basado en el amor y la gracia redentora de nuestro Señor Jesucristo.
Este evento espiritual fue posible gracias a la iniciativa que comenzó el año pasado, cuando un hermano de Caranavi solicitó estudios bíblicos en la casa de su hermana, la hermana Jhenny Villca, residente en Cobija. Con un corazón abierto y dispuesto a la obra de Dios, la hermana Jhenny ofreció su hogar para realizar este seminario bíblico, donde la presencia del Señor fue palpable desde el inicio.
Durante los dos días del seminario, más de 20 personas, entre familiares e invitados, acudieron para escuchar la Palabra de Dios. En estos momentos de comunión, muchos recibieron la salvación y otros afirmaron su fe, confirmando el poder transformador del Evangelio en sus vidas.
Cada sesión comenzó con alabanzas que abrieron los corazones de los presentes, elevando sus espíritus hacia el Señor. En la primera noche, el evangelista compartió una profunda reflexión basada en el evangelio de San Juan 8:1-11, donde Jesús perdona a la mujer adúltera. «Ella fue llevada ante los judíos para ser juzgada, pero Jesús no la esperaba para condenarla, sino para ofrecerle el perdón de sus pecados», explicó el evangelista. También destacó el pasaje de Juan 1:29, que confirma la justicia eterna lograda por Cristo en favor de la humanidad.
La segunda noche, el mensaje se centró en la expiación del Antiguo y Nuevo Testamento, con base en Levítico 4:27-31 y Hebreos 10:1-17. El evangelista enfatizó cómo en el Antiguo Testamento los pecados eran expiados uno a uno según la ley, pero en el nuevo pacto, Jesús, con su sacrificio perfecto, quitó el pecado de la humanidad para siempre, dejando claro que Dios no recordará más nuestros pecados.
La familia de la hermana Jhemny Villca expresó su profunda gratitud por haber sido anfitriona de este seminario, ya que a través de él sus seres queridos y conocidos tuvieron la oportunidad de escuchar el Evangelio de salvación. Todos tenemos la esperanza de que la semilla del Evangelio plantada en los corazones de los asistentes florezca, trayendo bendición no solo a sus vidas, sino también a toda la ciudad de Cobija.