“Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió”
San Juan 11:33
El Señor Jesús viendo el trabajo que realiza en nosotros se estremece en espíritu y se conmueve, es algo que no podemos aceptar bien, sin embargo, Jesús jamás nos rechaza.
Cuando Lázaro se enfermó sus hermanas mandaron a unas personas para avisarle a Jesús, “Señor, he aquí el que amas está enfermo”, y Jesús no vino a sanarlo, sino les dijo “Esa enfermedad no es para muerte sino para ver la gloria de Dios”. Martha y María escuchando esta palabra dijeron “Vendrá la gloria de Dios sobre mi hermano”, seguramente habrán pensado así. Pero, ¿Cuál era el problema? El hermano tenía que sanarse, sin embargo, cada día iba empeorando, hasta que murió.
Pasando cuatro días, Jesús vino a Betania, en ese momento Lázaro ya estaba sepultado. Cuando leemos la biblia dice que Martha salió a recibir a Jesús, pero María se quedó en casa. ¿Por qué? María era un poco emocional, por eso se sentía muy triste “Cuando mi hermano estaba enfermo, aunque sé que Jesús estaba lejos y ocupado hubiese sido tan bueno que lo sanara, pero después de haber muerto para que vino”, aunque no le desagradaba la idea de que Jesús había venido, pero hubiera preferido que viniese cuando aún estaba vivo, y no salió a recibirle. María hizo de esa manera, sin embargo, Martha era una persona un poco más razonable, por eso salió a recibir a Jesús, y lo que Jesús le dijo parecía repetitivo, “Tu hermano resucitara, yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mi aunque este muerto vivirá”. En el corazón de Jesús le estaba diciendo que Lázaro no estaba muerto, sino que resucitaría, pero para Martha y María ya estaba muerto, era algo inevitable y así fluían sus corazones.
¿Por qué sucede esto? Porque nosotros los seres humanos no somos espirituales, hasta ahora, lo que nosotros hemos visto, experimentado y vivido lo tomamos como si fuese real, y así es como nosotros comprendemos nuestro entorno.
Marta y María jamás habían visto que Jesús resucitase a alguien, jamás habían escuchado que Jesús había resucitado a alguien de la muerte, por eso pensaron “Mi hermano no podrá vivir” y ese corazón estaba completamente repleto en ellas. Si ellas hubiesen escuchado atentamente la palabra de Jesús y la hubiesen aceptado en su corazón. “Tu hermano resucitara, él no ha muerto” hubiera sido bueno, sin embargo, para ellas parecía que estaba muerto. De la misma manera nos cuesta aceptar la palabra de Jesús, según nuestro punto de vista.
Si Jesús nos dice “Esta enfermedad no es para muerte y resucitara”, entonces resucitara, pero nuestra vista para ver la situación es más grande, nuestra razón es más grande, en conclusión, ellas no querían desconfiar de Jesús, pero su experiencia, su punto de vista era más grande que la palabra de Jesús; aunque el Señor les decía “No ha muerto”, pero las hermanas pensaban “Ya murió, ya fue sepultado”. Es por ello que cuando Jesús les dijo, “Tu hermano resucitara”, esa palabra debía entrar en el corazón de Martha y María, pero no podía entrar, solamente pensaban “mi hermano ya murió, hiede ya”.
Después de encontrarme con Jesús recibí el perdón de los pecados, el Señor comenzó a enseñarme muchas cosas, entre ellas, que mi vista es incorrecta, cuando yo veo algo y digo no, no es no; según mi vista yo era pecador y decía que era pecador, pero el Señor Jesús es diferente a mí, él me dice que yo soy justo, la biblia dice que fuisteis justificado, según mí vista realmente yo peque y soy pecador, y oraba, Señor Jesús tenga misericordia de mí porque soy pecador. Esa es mi razón, esa es mi propia experiencia, pero, Jesús si dice que soy justo aunque yo parezca que soy muy sucio, soy justo. Si Jesús dice “tu hermano resucitara”, aunque este hecho polvo ese cadáver, aunque hieda, resucitara. Por eso se llama Jesús, se llama Dios. Porque no es humano, y nuestro Dios anhela que tengamos el mismo corazón con ÉL. Siendo nosotros seres que vivimos en este cuerpo, si Jesús les dijo a ellas que tu hermano resucitara, entonces ellas tenían que decir “Sí Señor, Amen”.
Aquí podemos ver el mayor problema de la vida espiritual en la mayoría de las personas. “Si mi hermano está muerto y hiede como va a resucitar”, pero Dios es un Dios omnipotente, Dios creo a los animales, al ser humano, Dios puede levantar de la muerte a un cadáver que hiede. Aunque ese cadáver no tenga rastros, Jesús es Jesús. Ellas vieron una o dos veces cuando Jesús sano a los enfermos, he hizo algún milagro, pero jamás vieron que Jesús hubiese resucitado algún muerto. La palabra “Tu hermano resucitara”, no tenía sentido para ellas, aunque llego hasta sus oídos y su cabeza, pero no lo podían aceptar en su corazón. “No, mi hermano murió, hiede ya. No puede volver a vivir”. Jesús les había dicho “Si crees en mi palabra veras la gloria de Dios”, creyendo en el Señor Jesús tenemos nuestra propia experiencia, nuestro propio conocimiento; yo no puedo hacerlo, pero el Señor Jesús si puede, y esa fue la distancia entre ellas y Jesús. Según mi punto de vista no se puede, pero pudieron ver la obra el Señor Jesús.
Hasta donde ustedes quieren creer, hasta que lo experimenten. Hasta que vean y sepan. Debemos superar ese límite, Si el Señor Jesús dice que tu hermano vivirá, entonces solo hay que creer que vivirá. Y si Jesús dice que tus pecados fueron perdonados entonces solo hay que creer que fueron perdonados. La comprensión no es la fe, no puedo comprender en absoluto.
2 Reyes 7:1,2 “…Mañana a estas horas valdrá el seah de flor de harina un siclo, y dos seahs de cebada un siclo, a la puerta de Samaria. Y un príncipe sobre cuyo brazo el rey se apoyaba, respondió al varón de Dios, y dijo: Si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿Seria esto así?…” Amados, nuestro Dios es Omnipotente, nuestro Dios puede trabajar por encima de nuestra comprensión y nuestra imaginación, por eso es Dios. Sea un hermano, una hermana, un vecino, un amigo, cuando conversen entre ustedes no hay problema en no comprender, pero cuando conversen con Jesús aunque no comprendan deben aceptar. De verdad, yo he robado mucho, he cometido tanto pecado, soy un pecador, pero si Jesús me dice que soy justo debo creer que soy justo, si Jesús dice que lavo todos mis pecados, entonces el Señor lavo todos mis pecados, si el Señor dice que me justifico entonces me justifico, si el Señor dice que mi hermano resucitara entonces resucitara. Debemos superar la limitación de nuestro propio pensamiento racional y ahí podremos ver que la obra del Señor se manifestara tan fácilmente a través de nosotros.
Caminando con el Señor todo su poder, toda su paz y toda su justicia lo recibimos como si fuese nuestro. Y podemos ser sabio, podemos ser justo, podemos ser santo y perfecto. Debemos superar nuestro propio nivel, al nivel de Dios, entrar al mundo espiritual de Dios. “Mañana a estas horas valdrá el seah de flor de harina un siclo” no lo puedo creer, “tu hermano resucitara” pero mi hermano hiede ya, pero creo; realmente cometí un gran pecado, soy sucio pecador, yo robe, mentí, pero podrán aceptar la palabra de Jesús que fui justificado.
Entrando al mundo espiritual del Señor Jesús ustedes también podrán ser personas que realicen las mismas hazañas; Pedro no fue el que sano al paralitico, fue el mismo Jesús que estaba en el corazón de Pedro. Nosotros también superando este nivel y dando el paso debemos de pensar como Jesús piensa, aunque yo soy sucio, si Jesús dice que soy santo entonces soy santo, si el señor dice que me lavo, entonces me lavo, si el señor me dice que soy justo entonces soy justo. Si el Señor dice que me sano, entonces me sano y así debemos de vivir. De esta manera ustedes crecerán y podrán realizar obras más preciosas, dándole la gloria al Señor, yo estoy seguro que así serán grandes instrumentos del Señor. En nuestra iglesia hay hermanos que anuncian el perdón de los pecados, poco a poco ellos superan sus propias limitaciones y avanzan, y en medio de ellos el Señor Jesús obra y se manifiesta, se ven tan preciosos; siendo nosotros una fábrica de pecado, tan sucio, recibimos la santidad y la justicia del Señor Jesús, y morando Él en nuestro corazón está trabajando a través de nosotros, recibiendo el corazón de Jesús, su santidad, su justicia, su sabiduría, su amor y su poder Él se manifestara a través de nosotros, junto a Jesús podremos experimentar que el Señor nos está formando como sus instrumentos. Gracias