“Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán?”
(2 Samuel 9:1)
Después de que David se hizo Rey realizó muchas hazañas, la primera hazaña que hizo cuando recién se hizo Rey fue conquistar Jebús. La región de Jebús es un lugar donde vivían los Jebuseos, en ese mismo lugar muchos años atrás Abraham ofreció a su hijo Isaac en sacrificio y en la era de Ornan fue donde se construyó el templo de Jerusalén; es un lugar que Dios había planeado durante mucho tiempo. Esta región de Jebús es una montaña muy alta y en la cima de esa montaña esta la fortaleza de Jebús.
En una ocasión cuando fui a Israel de turismo el autobús subió y subió por un camino curvo; quizás el autobús no era de buena calidad, se sobrecalentó y tuvimos que esperar durante mucho tiempo.
Jerusalén es una montaña, cuando David quería conquistar Jebús, los Jebuseos se rieron, porque cuando el Rey Salomón construyo el tempo de Jerusalén fue en el año 480, los Israelitas salieron de Egipto a Canaán y tardaron 400 años y en la región de Jebús ya vivían los Jebuseos; después de que David se hizo Rey la primera hazaña fue conquistar Jebús, porque el plan de Dios era construir el templo de Jerusalén. Los Jebuseos se rieron de David “no entraras acá, pues aun los cojos y los ciegos te echaran” le dijeron, ya que Jebús estaba ubicado en una montaña y era muy difícil conquistarla.
Si vamos a Israel y leemos el libro de la historia de Israel llamado “Tanaj”, las fortalezas que quedaban en la llanura, su muro solamente media unos 20 o 30 metros de altura, por eso los enemigo para poder conquistarla amontonaban tierra lo suficientemente para poder saltar adentro de la fortaleza, pero conquistar la región de Jebús era casi imposible, era impregnable por causa de la ubicación geográfica, no había quien pudiese conquistar ese lugar, por eso Jebuseos riéndose de David le decían “Aun los cojos y los ciegos te echaran”.
Sin embargo David subió a la fortaleza por medio del canal, el canal de agua que salía de la fortaleza, a través de ese canal David conquisto Jebús y conquistando la fortaleza de Jebús dijo “Maten a todos los cojos y ciegos”, David aborrecía a los cojos y ciegos, “realmente veremos si yo voy a ganar o no”. Por eso el aborrecía tanto a los cojos y ciegos después de convertirse en Rey.
En este versículo que leímos hoy, podemos ver que un hijo de Saúl era muy amigo de David, era Jonatán y David lo amaba en gran manera, cuando David escucho la noticia de que Jonatán había muerto, el lloro y se lamentó en gran manera, sin embargo David cuando conquisto Jebús aborreció en gran manera a los cojos y ciegos, ni siquiera podía verlos.
Jonatán tenía un hijo que era cojo, era lisiado; la niñera de Mefi-boset al escuchar que Jonatán había muerto huyo cargándole, y sin querer se le cayó y quedo lisiado, eso se pudo arreglar de manera tan fácil solamente acomodando la cadera, pero por no hacer eso, Mefi-boset toda su vida vivió como un lisiado; el problema era que David aborrecía a los cojos y ciegos, sin embargo él amaba en gran manera a Jonatán. Ese amor se manifiesta en 2 Samuel 9:1 Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán?”, sí, esta Mefi-boset pero es lisiado, y el trajo consigo al lisiado Mefi-boset a su palacio, y le permitió comer junto a su mesa.
A pesar de que David aborrecía a los cojos, amo tanto a Mefi-boset, hasta el final lo acogió, lo crio y lo tuvo en su palacio, este es el corazón de Jesús, nosotros originalmente éramos aborrecidos y odiados por Dios, por ello, Jesús fue crucificado; si pensamos de otro modo en el gran amor de Jesús, nos amó tanto sin condición, y toda condición para no ser amado podía prevalecer; si pensamos en el hijo de Jonatán, Mefi-boset, vivió en el palacio con David y siempre comió en su mesa. Esto es igual al gran amor de nuestro Señor Jesús hacia nosotros, él fue crucificado y con un profundo amor nos amó, a alguien como yo que comete pecado, que comete la maldad, que no merece ser amado, al igual que Mefi-boset vivió en el palacio del rey, también nosotros hemos recibido esta gracia.
Nosotros originalmente éramos enemigos y teníamos que ser aborrecidos por Dios, pero de la misma manera como por Jonatán Mefi-boset fue amado, Dios manifiesta su amor hacia nosotros y nos ha dado la gracia de permanecer en Él. Nosotros viendo nuestro sí mismo, tenemos gran temor de estar delante de Dios, pero así como David amo en gran manera a Mefi-boset por Jonatán, Dios expresa su amor a nosotros en esta palabra, “… ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán?” David por Jonatán derramo su misericordia, Jesús también nos tenía que odiar, pero el amor de Jesús es mayor; al igual que Mefi-boset a pesar de ser lisiado, podía morar en el palacio de Rey, de la misma manera nosotros no merecemos ser amados, merecemos ser odiados, pero Dios nos aceptó, nos amos, nos hiso sus hijos y nos dio la bendición de pertenecer a su Reino, y esto es algo por el cual debemos de agradecer.
Todos nosotros somos como Mefi-boset, cojos, lisiados, quizás físicamente no los somos, pero mentalmente somos personas muy oscuras, sin embargo, sin condición y sin merecer recibimos el amor de Dios, y ese amor venció todo, y 2 Samuel 9:1 expresa el gran amor de Dios hacia nosotros, realmente nosotros no merecemos ser amados, pero somos amados y doy gracias a Dios. Gracias.